Hacerles saber a nuestros hijos que los amamos no pareciera ser complicado, sin embargo, muchos de ellos no lo perciben como quisiéramos. Construir una relación sana y amorosa con nuestros hijos requiere tiempo y paciencia, pero sobretodo información para crear un balance entre la disciplina y el amor.
Es elemental saber cómo comunicarnos con nuestros hijos para poder generar una buena relación de confianza y empatía. Las diferentes formas de comunicarnos a veces hacen imposible que nuestros hijos escuchen o que ellos sientan que los entendemos. Hagamos que nuestros hijos se sientan “en casa” cuando lleguen a conversar con nosotros.
Poner límites a nuestros hijos no es algo negativo, tampoco es para generar control sobre ellos. Los límites son esenciales para que tomen sus propias responsabilidades, aprendan a ser autónomos y desarrollen seguridad y confianza en ellos mismos. Formemos adultos responsables y maduros.
Saber llevar una sana relación con los hijos de nuestra pareja es posible, pero sobretodo es necesaria para nuestro bienestar físico y mental. Aprender a trabajar en equipo con nuestra pareja es de vital importancia para mantener una relación con ellos de armonía y respeto sin que afecte a la relación de pareja.
El divorcio es una experiencia difícil y dolorosa que debilita y pone a “flor de piel” todas las emociones; un mal momento para tomar decisiones sumamente importantes. Saber cómo manejar la información con nuestros hijos es una de ellas.
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